La variante JN.1 ya domina en EE. UU.

Hasta donde saben los expertos, la JN.1 no parece causar enfermedad grave en la mayoría de las personas, aunque hasta un caso leve puede hacerte sentir “bastante mal durante tres o cuatro días”, señaló Schaffner. Los síntomas de una infección por JN.1 son similares a los que causaban las variantes anteriores de covid, pues incluyen tos, fiebre, dolor de cuerpo y fatiga.

Para protegerte contra la infección y enfermedad grave, los expertos siguen recomendando el uso de mascarillas, mejorar la ventilación en interiores siempre que sea posible, quedarse en casa si se está enfermo y pomerse la vacuna más reciente contra la covid.

Las investigaciones preliminares muestran que las vacunas actualizadas contra la COVID-19 lanzadas en septiembre producen anticuerpos efectivos contra la JN.1, que tiene una relación, aunque lejana, con la variante XBB.1.5, para la cual fueron diseñadas las vacunas. La gente tal vez no acumule tantos anticuerpos contra la JN.1 como para la XBB.1.5, pero, de todos modos, los niveles deberían reducir el riesgo.

“Entre quienes se contagiaron o se pusieron una dosis de refuerzo recientemente, la protección cruzada contra la JN.1 debería ser bastante decente, según muestran nuestros estudios de laboratorio”, indicó David Ho, virólogo de la Universidad de Columbia que dirigió la investigación sobre la JN.1 y las vacunas contra la covid, la cual se publicó como un artículo en versión preliminar a principios de diciembre. Las pruebas rápidas también siguen siendo una herramienta valiosa, y los CDC afirman que las pruebas que ya están en el mercado funcionan bien para detectar la variante JN.1.

Hay indicios de que los casos de COVID-19 van en aumento una vez más. La semana del 10 de diciembre, hubo poco menos de 26.000 hospitalizaciones relacionadas con el coronavirus, un incremento del 10 por ciento de las casi 23.000 de la semana previa. Pero las cifras de hospitalizaciones por covid siguen siendo mucho menores que durante el auge de la primera ola de ómicron en enero de 2022 y, hasta ahora, solo son la mitad de lo que fueron durante el pico de la ‘tripledemia’ del invierno pasado, cuando surgieron casos de COVID-19, influenza y VRS al mismo tiempo.